Karen Koehler

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Tragedia en el paso de Stevens: La carretera insegura se mantiene abierta

Tres miembros de la familia Owen esperaron más de media hora para que los socorristas empezaran a sacarlos de un todoterreno. Cada uno de ellos se ha ido recuperando poco a poco en los meses posteriores, aunque una lesión en la médula espinal supone un proceso de curación incierto para uno de ellos.

Seattle Times

26 de marzo de 2013
Por Alexa Vaughn
Twitter @alexavaughn
avaughn@seattletimes.com

Después de que un gran abeto de unos 125 pies de altura se partiera al este de Stevens Pass y cayera sobre el todoterreno de una familia de Bothell el 21 de diciembre, los funcionarios del departamento de transporte estatal hablaron del accidente como un suceso raro y trágico que habría sido difícil de prever.

Trágico porque el árbol mató a los padres Tim Owen, de 58 años, y Cheryl Reed Owen, de 56, mientras conducían con su familia por la autopista 2 hacia una escapada de vacaciones en Leavenworth. Sus dos hijas 

y su yerno, todos de 20 años, estuvieron a punto de morir aplastados también. Sólo su hijo
salió del accidente con heridas leves.

Raro porque, por término medio, sólo se produce un accidente mortal por caída de árboles en el estado una vez al año, si es que se produce. Y, que los supervisores del departamento de transporte recuerden, la caída de árboles nunca había supuesto un peligro tan grande como para cerrar el paso de Stevens.

Sin embargo, los registros publicados recientemente muestran que el Departamento de Transporte del Estado de Washington (WSDOT) había sido avisado el día anterior al accidente del 21 de diciembre de que los árboles estaban cayendo a lo largo de la autopista 2 al este de Stevens Pass. Además, los funcionarios de transporte se negaron inicialmente a cerrar el mismo tramo de la autopista el día después del accidente, a pesar de que la Patrulla Estatal se lo pidió en repetidas ocasiones.

La misma tarde en que el departamento se negó a cerrar la autopista, un segundo coche de la zona de Seattle -éste con cinco personas- fue golpeado por la caída de un árbol a una milla de distancia de donde el gran abeto se estrelló sobre el vehículo de Owen el día anterior.