Karen Koehler

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Cómo sufrir (más o menos) las preguntas capciosas

Hay una escuela de pensamiento que dice que no se debe objetar durante el juicio. Simplemente deja que las malas preguntas vayan por donde van. Así el jurado no pensará que estás tratando de ocultar algo al objetar. Tal vez sea así. Tal vez no.

Pero en una declaración por vídeo, el tribunal decide las objeciones con antelación. Y luego se edita la cinta de vídeo. El jurado no es arrastrado por los detalles técnicos.

En este ejemplo, el abogado defensor está acostumbrado a llevar a sus testigos por la nariz durante sus declaraciones. Entra un abogado demandante irritado (moi). Así es como empieza.
11 P Así pues, cuando utiliza el término "control volitivo",
12 se refiere a algo que puede verificar?
13 R Correcto.
14 MS. KOEHLER: Objeción a la forma de la pregunta
15. Dirigida.
16 P ¿Es correcto, doctor, que objetivo se refiere a
17 algo que puede ser verificado?
18 R Así es.
19 MS. KOEHLER: La misma objeción. Doble
20 que conduce.

Esto podría seguir todo el día. En lugar de eso, después de sufrir un poco más de esto, intento tratarlo de una sola vez:
9 MS. KOEHLER: Voy a... voy a
10 objetar y voy a pedir una barra lateral ahora mismo.
11 A, cada pregunta que usted hace es conducente. La
12 razón por la que noto esto es porque todo lo que el Doctor está
13 haciendo es decir "sí". No hay ninguna explicación.
14 Así que estoy tratando de no objetar cada
15 pregunta que usted hace, pero todo lo que ha
16 hecho es una pregunta capciosa. Así que puedo hacer una
17 objeción global a todas las preguntas capciosas que
18 está haciendo, pero entonces no va a poder
19 subsanarlas si decide hacerlo. Así que no estoy tratando
20 de ser difícil, pero esa es la pista, es que si el Doctor
21 sólo dice "sí", es una pregunta capciosa. Y
22 sólo hay, es una tras otra, tras la
23 otra, tras la otra. Así que dígame qué quiere que
24 haga.
25 MR. C: Quiero que haga su objeción
15
1 a cada pregunta si cree que es objetable y
2 me diga la base para ello.
3 MS. KOEHLER: De acuerdo.

Suspiro. El abogado defensor quiere que me oponga cada vez. Y lo hago. Con los ojos bien puestos.