La vez que Mary Fung le dijo a un juez que era prejuicioso y racista... #AsianHateInAmerica
A principios de esta semana, un imbécil de 30 años se acercó a Xiao Zhen Xie, de 76, y le dio un puñetazo en la cara. Pero ella no se cayó.Buscó una tabla y le golpeó. Cuando llegó la policía, el imbécil había tenido que ser trasladado en camilla al hospital. Ojalá Mary Fung Koehler, mi madre, hubiera visto aquello.
Los titulares han estado llenos de estadísticas que afirman que los crímenes de odio contra los asiáticos han aumentado un 150% este año. Como si eso fuera una gran sorpresa dados los 4 años de vitriolo presidencial intolerante que escupió nuestra Casa Blanca. Para mí es casi sorprendente ver la Campaña contra el Odio a los Asiáticos, porque he sido consciente de la situación desde... siempre.
Mary Fung nació en este país, aunque es cierto que de padres inmigrantes. En los años 50, la educación era la vía asiática. Y se convirtió en la tercera mujer y la primera de una minoría en graduarse en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Illinois. Pero de qué le sirvió. Tuvo grandes dificultades para encontrar trabajo. Era china. No era un hombre. Y sospechosa.
En su segunda carrera como abogada a partir de 1968, había un puñado de mujeres abogadas mezcladas con los hombres blancos. Y sólo un puñado eran mujeres pertenecientes a minorías. Vi a mamá enfrentarse a los prejuicios todo el tiempo. No lo hacía de forma dócil. Ella lideraba con su barbilla. Siempre. Preparada para la lucha. Si alguien la miraba mal, lo atacaba verbalmente (la historia del abogado al que golpeó en el tribunal está en otra entrada del blog).
A finales de los años setenta vi en el Tribunal Superior del condado de Snohomish cómo le decía a un juez que tenía prejuicios contra ella. Para ser aún más clara, especificó que lo hacía por ser china y mujer. Mientras él balbuceaba, ella no bajó la cabeza. Con los labios fruncidos, le miró fijamente.
Cuando nos fuimos ella soltó que era un cerdo machista y un racista. Y aunque perdió esa moción. supe que tenía razón.
Foto: Mary Fung ingeniera química en los años 50