R.E.S.P.E.C.T. Adiós abota.
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ABOTA es una asociación de demandantes y demandados a la que sólo se puede acceder por invitación. Soy miembro desde hace unos 20 años. Pero nunca he sentido ningún beneficio en particular. La cena anual fue agradable - es agradable vernos. Pero la pausa covida me hizo reevaluar por qué pertenecía.
Cada año dan un premio al abogado litigante del año. Alternando entre demandante y demandado. Este año, por alguna razón me di cuenta de que había habido al menos 10 veces ABOTA podría haberme reconocido, pero no lo había hecho.
Al principio pensé: "Bueno, Karen, qué ridículo que pienses que deberías recibir un premio y que te enfades por no haberlo recibido". Ninguna persona educada daría voz a semejante pensamiento. ¡Qué audaz!
Especialmente para una mujer hapa criada en los años 60, cuando nos enseñaron a no ser atrevidas, a no esperar nada, a hacer un buen trabajo, a esperar que nos reconocieran y a no decepcionarnos cuando, en su lugar, se fijaran en los chicos mucho más ruidosos.
Pero con esa actitud mansa de los 60 no es como se asciende y se sobrevive en la cima en el mundo paternalista de los grupos de abogados. Además, me criaron unos padres que creían que si no luchabas por ti mismo y por los demás, no tenía sentido.
Lucho con confianza por mis clientes contra las mayores compañías de seguros del mundo, contra los peores pronósticos, con la seguridad de que soy uno de los mejores abogados demandantes del país. Tengo las credenciales, la reputación, la serie de grandes veredictos del jurado para atraer a los clientes, para ganar el respeto de los jueces, la oposición y otros abogados demandantes, y las aseguradoras.
Entonces, ¿por qué iba a pertenecer a una organización estatal que me está faltando al respeto? Ya lo creo.
Escribo el correo electrónico en honor de mamá y papá. Y en nombre de las abogadas y abogados de minorías que me admiran como modelo a seguir. Pulso enviar. Y me libero de más pensamientos inútiles.
Estimados directivos de ABOTA WA Chapter:
Dimito de ABOTA. Es una pena que la organización no me reconociera como abogado litigante demandante del año antes de irme. Pero esa es su pérdida, no la mía.
Le deseo lo mejor en su búsqueda de jóvenes abogados litigantes con talento que puedan encontrar sentido, respeto y un hogar en su organización.
Saludos cordiales,
karen
Foto: de papá.