La agencia de vivienda se suma a la demanda por el tiroteo mortal de la policía de Seattle contra Charleena Lyles

Tras su asesinato, se dejó una foto de Charleena Lyles y flores en el exterior del edificio de apartamentos donde había vivido en el campus de viviendas de Solid Ground en Sand Point. (Ken Lambert/The Seattle Times)

Tras su asesinato, se dejó una foto de Charleena Lyles y flores en el exterior del edificio de apartamentos donde había vivido en el campus de viviendas de Solid Ground en Sand Point. (Ken Lambert/The Seattle Times)

Seattle Times

28 de diciembre de 2017
Por Steve Miletich
Twitter stevemiletich
smiletich@seattletimes.com

Una nueva demanda enmendada alega que, semanas antes de que Charleena Lyles recibiera un disparo mortal de la policía de Seattle, la agencia sin ánimo de lucro Solid Ground no informó a la policía de un incidente en el patio de recreo en el que supuestamente amenazó a los niños con un cuchillo.

La agencia de servicios sociales sin ánimo de lucro que proporcionó alojamiento a Charleena Lyles se ha sumado a una demanda por homicidio involuntario presentada anteriormente contra los dos policías de Seattle que dispararon mortalmente a Lyles en junio.

En un nuevo texto añadido a la demanda, el patrimonio de Lyles y el tutor designado para sus cuatro hijos alegan que la agencia, Solid Ground, no informó a la policía, semanas antes del tiroteo, de un incidente en el patio de recreo en el que Lyles supuestamente amenazó a los niños con un cuchillo.

La demanda, presentada de nuevo el miércoles por los abogados Karen Koehler y Edward Moore, también acusa a Solid Ground de no proporcionar servicios adecuados a Lyles después de que se mudara a su campus de viviendas de Sand Point, en el noreste de Seattle, en noviembre de 2015. 

Lyles, de 30 años, fue tiroteada en su apartamento el 18 de junio por los agentes de policía de Seattle Jason Anderson y Steven McNew después de que ella denunciara un robo y, según los agentes, les atacara repentinamente con uno o dos cuchillos. Su muerte desencadenó protestas, entre las que destacan las acusaciones de que el tiroteo tuvo una motivación racial, ya que Lyles era afroamericana y ambos agentes son blancos.