Comenzar la denuncia con un golpe de efecto: la sinopsis del caso
Estamos cambiando la forma de leer. Lo breve no sólo se ha convertido en algo mejor. Se ha convertido en algo esencial para captar la atención de nuestro público.
La redacción jurídica pedante ya no es muy valorada por los jueces. Con una carga de casos aplastante, nuestros Honorarios necesitan que vayamos al grano. Nos imponen límites de páginas. E incluso así, a veces admiten que no han leído nuestros alegatos.
Por otro lado, tenemos formalidades legales que deben seguirse. Y ciertas frases legales cargadas tienen importancia y significado precedente. Por ejemplo, no podemos decir simplemente que demandamos a X. Tenemos que cumplir con las leyes de bienes gananciales de nuestro estado y decir: "X e Y son marido y mujer, los actos y omisiones de X que se alegan aquí se hicieron para y en nombre de la comunidad marital de..."
Una de las lecciones más importantes que aprendí en el instituto de periodismo fue la de captar la atención del lector inmediatamente. No a la mitad del artículo. No con sutileza. Sino con sentido. Con fuerza.
Esta lección se aplica en los litigios. En las demandas y mociones de cualquier extensión, incluyo un preámbulo o sinopsis. Este recurso de escritura ayuda a enmarcar los temas. Es fácil de leer. Y ayuda a digerir la cantidad de detalles que deben seguir. Si un juez está desbordado y no puede leer todo el documento, saber que al menos ha leído ese primer preámbulo inicial me consuela.
Esta es la sinopsis utilizada en una reclamación por negligencia médica. La sinopsis tiene 1 página. La demanda tiene un total de 14 páginas.
SINOPSIS DEL CASO
Los hospitales y su personal se dedican a diagnosticar y tratar enfermedades urgentes. Para eso se les ha formado, se espera y se les paga.
Heather Spriggs, de 27 años, ya había estado en el Grays Harbor Community Hospital. Era una superviviente de un linfoma infantil y tenía problemas de salud relacionados probablemente con el tratamiento del cáncer.
Alrededor de las 5 de la mañana del 27 de octubre de 2011, Heather fue llevada a urgencias con un nuevo problema. Le dolían las piernas, sin pulso, y estaban frías al tacto. Tenía dificultades para caminar. El médico de urgencias supuso que estaba relacionado con una insuficiencia cardíaca congestiva y no llamó a un especialista para que atendiera sus dolencias en las piernas. El ayudante del médico llegó a la conclusión totalmente errónea de que sus molestias estaban relacionadas con una neuralgia (irritación nerviosa) y no llamó a un especialista.
Heather fue colocada en una cama de hospital y luego dejada sin más atención médica hasta que sufrió un paro cardíaco a las 9:30 de esa noche. Hasta las 8:15 de la mañana siguiente, un médico no le examinó las piernas y observó que empezaban a ponerse negras. Sólo entonces se llamó a un especialista vascular para que viera a Heather.
Para entonces ya era demasiado tarde. El especialista opinó que Heather había sufrido un evento cardioembólico que afectaba a sus piernas. Dado que se encontraba en una situación de fallo multiorgánico agudo, el especialista no podía realizar una operación para salvar sus piernas. La trasladaron al Hospital UW, donde le amputaron las dos piernas por encima de la rodilla.
Si el Grays Harbor Community Hospital se hubiera tomado el tiempo y hubiera utilizado los cuidados adecuados para diagnosticar y tratar a Heather, hoy tendría las dos piernas. No habría sufrido las devastadoras consecuencias asociadas a los infartos en sus piernas y al fallo multiorgánico.
Denuncia: Denuncia modificada