La volea

Estoy declarando a un testigo enojado y renuente que está tratando de portarse bien. Podría despedazarlo, pero eso no ayudará al caso, así que me abstengo. Lo necesito para que me ayude a despedazar a otra persona más tarde. Probablemente sea un poco mayor que yo. Un hombre hecho a sí mismo que vale millones. Me recuerda a Jack Nicholson en "A Few Good Men" con toda su furia contenida y su porte rígido. Más allá del toque de un simple mortal - entra en mí. Quiere irse, pero lo mantengo allí todo....day....long. Sé que quiere perder los nervios y él sabe que yo sé que quiere perder los nervios. Intenta no hacerlo. Con las manos cruzadas firmemente alrededor de la parte delantera de su cuerpo, intenta mirarme fijamente. Pero a mí siempre se me ha dado bien no pestañear. Además, decido abandonar mi esquema, me lo sé todo de memoria. Así que nos miramos fijamente. Ojo a ojo. A veces se sonroja. A veces sus ojos evaden los míos sólo para volver. Vamos de un lado a otro. Tengo los objetos expuestos debajo de la mesa para que él no pueda ver cuántos son. Uno tras otro se acercan. No cede ni un ápice. No preguntará cuánto tiempo más. No va a pestañear. Pero al final sabe que he conseguido lo que necesitaba.

2010.06.15.jpg
Karen Koehlerdeclaración, testigo