Abogado de la madre del tigre

Una carta de Tom E:

Karen, tu historia me recuerda a la de alguien, igual de diabólico, que destrozó mi reputación profesional con un veredicto del jurado hace 33 años, después de que perdiera un caso supuestamente imperdible. Sólo que no era un Él. Era una mujer.

Como fiscal de la ciudad de Lake Forest Park, me tocó procesar a un caballero que fue acusado de apuntar ilegalmente con un arma de fuego y de intento de asalto por lanzar estrellas ninja. Al parecer, había retado a un cliente del club de baile de nuestra ciudad -Fandango's- a una pelea de Kung Fu en el aparcamiento. Una pelea presenciada por cerca de 100 clientes, todos los cuales estaban más que dispuestos a testificar que el acusado había sacado un arma y lanzado una Estrella Ninja.

En aquellos días, incluso los delitos graves podían ir al Tribunal Superior, de novo, para un juicio con jurado. Y mi oponente, sin inmutarse por la condena del tribunal municipal, exigió un juicio con jurado de novo para 12 personas en el condado de King.

Entonces, durante el juicio, mi oponente se refería a mí como "Tom". "¿Por qué hiciste eso, Tom?" "Chico, eso fue muy tonto, Tom." "¿Crees que el Ayuntamiento votará para aprobar tu proyecto, Tom?" "No vas a llamar a tus 10 testigos, ¿verdad, Tom?"

Al igual que tú, yo era taaaan educado. Pensando que Jesús debía tener razón "...los mansos heredarán la tierra..." Sabía que podía contar, al menos, con las mentes de 12 jurados en una acusación imperdible.

Entonces mi oponente hizo lo impensable. Llamó al acusado al estrado. Le hizo explicar las Reglas del Ninja. Por qué era tan bueno lanzando Estrellas Ninja. Si realmente hubiera tenido la intención de apuñalar con una estrella a su contrincante, lo habría hecho. Y, no estaba apuntando el arma cargada a una sola persona, estaba apuntando a toda la multitud, ¡porque se estaban burlando de él!

Pero lo peor que hizo, fue convertir a este Acusado en un tipo realmente simpático.

En retrospectiva, probablemente mi mejor movimiento durante todo el caso, fue asegurarme de que el juez no dejara que ninguna bala volviera a la sala del jurado, junto con la pistola.

El jurado estuvo fuera, veamos, tal vez 10 minutos. Fue unánime. 12 - zip. Inocente. Mientras salía de la sala del tribunal, el acusado, ahora una estrella a/k/a Bruce Lee, estaba instruyendo a algunos de los miembros del jurado sobre cómo lanzar una Estrella Ninja.

¿Y el nombre de mi oponente? Ese temido terror, grabado a fuego en mi memoria, al que a veces me acuerdo cuando alguien dice "Oye, Tom" (lo que puede ocurrir mucho cuando te llamas Tom).

Mary Fung Koehler. Su madre.

Foto: Mamá antes de convertirse en abogada de tigres

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