Hacer olas: el valor de la disidencia
En 2007, cuando era presidente de la WSTLA, escribí un artículo titulado El valor de la disidencia.
En aquel momento, el tema central era la AAJ y mi percepción de sus problemas sistémicos para promover la diversidad. Los dirigentes de la AAJ no me querían por ser agresivamente franco en este tema.
Siete años más tarde, los dirigentes de la WSAJ no me quieren por haber sido agresivamente franco en el tema de los abogados que solicitan directamente a los clientes (lo que aborrezco).
Otro ex presidente de la WSTLA me dijo: a veces la gente lo pasa mal con una mujer que habla claro". No ha sido la única persona que ha compartido este pensamiento conmigo.
Independientemente de la razón por la que a la dirección de la organización le desagrada especialmente que yo hable, he aquí un extracto del artículo que publicó la WSTLA cuando yo estaba al frente de ella:
El valor de la disidencia
Qué incoloro sería nuestro mundo si todos tuviéramos las mismas opiniones...
En el prólogo de A Mathematician's Apology (Cambridge University Press 1940) el profesor G.H. Hardy dice
Nunca vale la pena que un hombre de primera clase exprese una opinión mayoritaria. Por definición, hay muchos otros que lo hacen.
El progreso no se consigue estando cómodamente de acuerdo con la sabiduría convencional, sino teniendo el valor de decir lo que nadie dice y de decirlo con razones claramente articuladas que motiven a la gente a cambiar de opinión.
Tal vez el mayor valor de la disidencia es "que el patrocinio y la protección de la disidencia generalmente tienen implicaciones progresistas" para el cambio social porque "[l]a disidencia comunica los temores, las esperanzas y las aspiraciones de los menos poderosos a los que están en el poder". Dissent, Injustice, and the Meanings of America. Steven H. Shiffrin. (Princeton University Press 1999).
Hay una razón por la que a los estudiantes de derecho se les enseña a argumentar ambas partes de un caso. El debate animado se considera una piedra de toque fundamental para el proceso de búsqueda de la verdad necesario en una sociedad democrática. Una organización que rehúye la expresión de la opinión disidente, por muy insultante que sea, es una organización que corre el riesgo de verse socavada y debilitada por su propia satisfacción.
Pero el mal peculiar de silenciar la expresión de una opinión es que se está robando a la raza humana; a la posteridad así como a la generación actual; a los que disienten de la opinión, aún más que a los que la sostienen. Si la opinión es correcta, se les priva de la oportunidad de cambiar el error por la verdad; si es errónea, pierden, lo que es casi un gran beneficio, la percepción más clara y la impresión más viva de la verdad, producida por su colisión con el error. John Stuart Mill, (Oxford: Blackwell, 1947) en 15. Citado en la opinión del juez Brennan en New York Times Co. v. Sullivan, 376 U.S. 254, 270 (1964).
Ron Ward, un verdadero héroe de la causa de la diversidad, me envió esta cita: ".....Si no hay lucha, no hay progreso. Aquellos que profesan favorecer la libertad y sin embargo deprecian la agitación, son hombres que quieren cosechas sin arar la tierra; quieren lluvia sin truenos ni relámpagos. Quieren el océano sin el terrible rugido de sus muchas aguas". FREDRICK DOUGLASS, Celebración de la Emancipación de las Indias Occidentales en Canandaigua, Nueva York, 4 de agosto de 1857.