Comer, rezar, amar

Vale, me resisto a leer este libro porque me parece demasiado "sensiblero" incluso para mí. Pero ahí está, llamándome en la estantería de un aeropuerto. Además, me encanta Julia Roberts y tengo toda la intención de ver la película... así que... La autora, Elizabeth Gilbert, nos lleva a través de los traumas de su autoabsorción. Desde su punto de vista neurótico pero inteligente, nos lleva a un viaje de auto-iluminación que a veces me pone tan nerviosa que me salto una página. Tiene un espíritu torturado tan inquieto durante gran parte del libro que siento que me agrava. Sin embargo, es tan vulnerable al exponer su angustia, que le doy puntos por la pura audacia de exponerlo todo.

La historia comienza con la desaparición de su matrimonio, que ella no describe realmente. Si hubiera niños de por medio, querría protegerlos. Pero no hay niños. Teniendo en cuenta que se trata de un "cuéntalo todo", no tiene sentido omitir los detalles del matrimonio moribundo. Al fin y al cabo, ese es el acontecimiento seminal que espolea el paréntesis de un año en Italia, India y Bali. Hablar de episodios de "llanto en el suelo del baño" no cuenta. Con todo, hay momentos que invitan a la reflexión. Y, en general, me gustó su estilo autocrítico, aunque con demasiadas metáforas.

Le doy un notable.

Karen Koehlerreseña del libro