Mantén la cabeza en el cielo
A los jueces no les gusta que los abogados no dejemos de discutir. Les irrita tener que lidiar con nuestros intercambios de chascarrillos, pullas y francos insultos.
El mes pasado, al terminar un juicio, dos miembros del jurado me siguieron hasta el vestíbulo del tribunal. Querían hablar de lo sucedido. Ambos comentaron lo impresionados que estaban de que los abogados actuaran de forma civilizada. Es cierto que no estuvimos de acuerdo entre nosotros y nos opusimos, y que hubo momentos de tensión. Pero no fuimos excesivamente irrespetuosos como los abogados que vieron en la televisión. Eso lo apreciaron. Me pareció un comentario interesante porque no soportaba al abogado defensor principal. Cada vez que abría la boca, sentía que me apretaban los dientes.
No digo que no debamos luchar cuando sea necesario. Nuestro trabajo como abogados no es hacer feliz a un juez. Pero tiene mérito el viejo proverbio de que debemos elegir bien nuestras batallas.
He aquí algunas estrategias para evitar verse envuelto en pequeñas peleas ante el juez o el jurado:
- Aprenda a mantener una fachada tranquila como la del yoga
- Domina el arte de no poner los ojos en blanco
- Morder la lengua
- Estar físicamente quieto: no revolver los papeles, tamborilear con el bolígrafo o golpear el iPad sobre la mesa
- No utilice el nombre de pila del abogado
- Disminuir la velocidad al hablar
- Reducir la velocidad de la respiración
- No interrumpir
- No intentes defender todo
- No intentes justificar todo
- Tengan fe en la verdad
- Espera tu turno
- Cuando el otro lado toma su turno, espera su siguiente turno
- No es necesario ser demasiado educado
- No seas maleducado
- Sé respetuoso incluso cuando te agreden
- Limitar y elegir cuidadosamente los momentos de lucha y luego maximizarlos
- Si te oyes a ti mismo quejándote "pero su señoría" una y otra vez, déjalo.
- Cuando pierdas los estribos y empieces a pelear de todos modos, perdónate y sigue adelante
Título: Mantén la cabeza en el cielo. Por Maurice White 1973