Por qué el asesinato a sangre fría de un negro por la policía no es sólo "triste"
Las palabras importan.
Hablado o no hablado.
Las palabras crearon nuestra nación.
Forman la columna vertebral de la sociedad.
Sin palabras no puede haber estado de derecho. No hay comunicación de ningún tipo.
Las palabras pueden inspirar.
O aplastar toda esperanza.
Los que tienen poder deben ser especialmente cuidadosos a la hora de elegir sus palabras.
Porque las equivocaciones pueden acarrear terribles consecuencias.
Las palabras y la retórica racistas pueden paralizar moralmente a una nación.
No utilizar las palabras para reconocer el racismo puede conducir a la aquiescencia.
El 25 de mayo de 2020, el asesinato de George Ffloyd a manos de los agentes de policía fue captado con un teléfono móvil por una joven de 17 años.
Las palabras de George se escucharon en todo el mundo: "No puedo respirar".
En respuesta, el máximo dirigente de esta nación escribió que el asesinato era: "muy triste y trágico".
La palabra "triste" es un adverbio. Es personal para el que la utiliza. Describe los sentimientos personales de nuestro líder.
La palabra "muy" simplemente enfatiza que nuestro líder se siente triste en un alto grado.
La palabra "trágico" es repetitiva del concepto de estar muy triste -tal vez un grado más- como extremadamente triste.
Nuestro líder no utilizó palabras para describir ni condenar el asesinato de George Ffloyd.
En los días siguientes se produjeron protestas y disturbios.
En respuesta, el máximo dirigente de esta nación escribe que los participantes son "matones".
La palabra "matón" es un sustantivo utilizado para describir a un delincuente violento.
Las palabras importan.
Foto: El poder de una escultura de Gene Pearson.