Estoy confinado en la habitación del hotel. Preparando el juicio de mañana. Me resfrío. A eso de las 10:30 pm decido ir a despejar la niebla. El gimnasio está abierto las 24 horas del día. Me pongo la ropa. Dar un buen último golpe y bajar las escaleras. Enciende las luces. Paz absoluta.
Este es mi momento para dejar que mi mente vague por donde quiera. Michael Jackson en el ipod. Los Juegos Olímpicos en la televisión. Estoy viendo a los saltadores de altura. A un kilómetro y medio de la carrera, se abre la puerta. Una chica con el pelo rubio desgreñado (mojado) lanza la llave de su habitación a la cinta de correr que está a mi lado. Suspiro por el ruido que hace y trato de ignorarla.
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